Cuidado con los alimentos este verano

El aumento de las temperaturas es un gran aliado para las intoxicaciones alimentarias. Con la llegada del verano se deben extremar las medidas higiénicas cuando se manipulan los alimentos en el hogar. No en vano, hay que tener en cuenta que la mayoría de estas intoxicaciones se producen en la propia cocina.

La intoxicaciones alimentarias aumentan durante el verano por dos motivos: las causas naturales y nosotros mismos. Las bacterias están presentes en todo nuestro entorno, el suelo, el agua, el aire, los cuerpos animales o la gente y crecen más rápidamente en los meses calurosos por la humedad y las altas temperaturas. Por otro lado, durante el verano aumentan las actividades al aire libre y un mayor número de personas cocina y come fuera de casa en barbacoas o campamentos por lo que las medidas higiénicas no son las mismas que en condiciones normales.

La higiene de los alimentos hace referencia al conjunto de medidas necesarias para garantizar la seguridad y salubridad de los productos alimenticios en todas la fases de la cadena alimentaria, desde la producción o la trasformación hasta la distribución, la venta, sin olvidar la manipulación en el hogar, ya que el consumidor debe considerarse como el último eslabón de esta cadena.

Partiendo de la base de que todos los alimentos que llegan a la cadena alimentaria son inocuos, es decir, seguros y controlados, gran parte de las intoxicaciones alimentarias que se producen tienen lugar desde que el consumidor adquiere el producto hasta que lo ingiere, es decir, en el propio hogar.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria  es el organismo que trabaja para el control diario y permanente de los alimentos, desde la realización de controles e inspecciones en los lugares donde empiezan a procesarse los alimentos hasta haciendo legislación alimentaria o gestionando las alertas en el caso que haya que retirar algunas partidas de alimentos por algún tipo de error, se trata de poner todas las medidas para poder detectar, evaluar y gestionar los riesgos inherentes a la alimentación.

¿Cómo se contaminan los alimentos?

La contaminación de los alimentos generalmente se produce por una falta de higiene en algún punto de la elaboración o almacenamiento de los alimentos crudos o cocinados y viene principalmente de tres fuentes:

  • Los propios alimentos, que pueden haberse comprado ya contaminados, lo que actualmente es casi imposible ya que la AESA vela por la seguridad en toda la cadena alimentaria, o que se contaminen al entrar en contacto con otros alimentos o superficies.
  • Cuando las condiciones de limpieza de la cocina no son las correctas.
  • La persona que manipula los alimentos no lo hace con diligencia, cumpliendo las pautas básicas de higiene y respetando las normas de conservación y elaboración del etiquetado.

Intoxicaciones alimentarias más frecuentes

Raro es el verano en que no se producen casos de salmonelosis, una de las intoxicaciones alimentarias más frecuente junto con la estafilocócica y el botulismo.

La salmonelosis se produce por bacterias del género Salmonella, que habitan en el intestino del hombre, animales vertebrados e incluso insectos. Los alimentos que están más estrechamente relacionados con la salmonelosis son el huevo, la carne, la leche y los pasteles que suelen contaminarse por las heces de las personas cuando se manipulan sin haberse lavado correctamente las manos después de ir al servicio.

La intoxicación estafilocócica es también muy frecuentes y está producida por sustancias tóxicas naturalmente producidas por una bacterias que se encuentran en la piel y las fosas nasales de personas y animales. El contagio a los alimentos se produce al hablar mientras se cocina, al estornudar sobre ellos, por las manos sucias o con heridas y por la falta de higiene en los utensilios de cocina.

Finalmente, el botulismo es una enfermedad producida por un bacteria que se encuentra presente sobre todo en el suelo y en lugares donde no haya aire por lo que es frecuente que la intoxicación se produzca al ingerir productos enlatados como las conservas, especialmente las elaboradas en el propio hogar.

Consejos de seguridad alimentaria

Como hemos observado, las intoxicaciones alimentarias se producen en gran medida en el hogar y afectan principalmente a dos procesos: la conservación de los alimentos y su manipulación. Este decálogo de consejos puede ayudarnos a evitarlas:

  1. Comprar los alimentos en buenas condiciones, así como leer siempre las etiquetas para comprobar la fecha de caducidad y las normas de conservación.
  2. Guardar los alimentos como se indica en la etiqueta: refrigerados, congelados o a temperatura ambiente. No mezclar nunca los productos crudos con los cocinados porque se pueden trasmitir gérmenes de unos a otros.
  3. No almacenar los alimentos junto con productos químicos (detergentes, lejías o insecticidas).
  4. No usar nunca las mismas tablas de corte y utensilios para procesar alimentos crudos y cocinados. Una vez se usa un cuchillo, por ejemplo, hay que lavarlo con agua y jabón antes de usarlo con otro alimento.
  5. No descongelar a temperatura ambiente ni dejar enfriar los alimentos elaborados fuera de la nevera.
  6. Cocinar y servir los alimentos a la temperatura adecuada.
  7. Lavar las verduras y frutas cuidadosamente, en especial las que se consumen crudas.
  8. Mantener la higiene escrupulosa de toda la cocina (paredes, muebles, electrodomésticos, utensilios).
  9. Mantener el aseo personal así como el de tu ropa. Lavarse las manos con mucha frecuencia cada vez que se cambie de actividad en la cocina y siempre que se vaya al servicio, se manipule las basuras, se cambie de un alimento a otro, etc.
  10. No permitir la entrada de animales en la cocina.

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